En la actualidad, detectamos todos los terremotos que se producen en el planeta gracias a una red de sismógrafos. A partir del sismograma se puede obtener el valor de la magnitud del terremoto y conocer, por tanto, la cantidad de energía liberada durante el seísmo.
Pero, ¿estamos hablando de magnitud o de intensidad? ¿Sabes qué diferencia a estas dos variables y cuáles son las escalas que se utilizan más frecuentemente para medirlas?
Pero esto no siempre ha sido así. No hace tanto tiempo, cuando sucedía un terremoto, los sismólogos debían investigarlo utilizando la bibliografía.
Los efectos producidos por los seísmos eran reflejados en los registros municipales o del párroco local, con lo que una revisión de estos registros servía para estimar la intensidad del terremoto en cada localidad y, a partir de estos datos, dibujar un mapa de isosistas y localizar el epicentro.
Colorea el espacio entre cada dos líneas de acuerdo al código de colores propuesto en la escala de intensidad. ¿Dónde sucedió el terremoto? Calcula su intensidad utilizando la escala de Mercalli modificada. ¿Pondrías alguna pega a esta escala de medida?