- Debéis comprender que, al final del verano, con el agua del océano muy caliente, si los vientos alisios de un hemisferio son más fuertes que los del otro, se rompe la ZCIT y se genera una gran tormenta tropical, con una enorme evaporación y desarrollo de cumulonimbos que llegan a la tropopausa. Esta tormenta se desplaza hacia el oeste y puede convertirse en huracán cuando toca la costa oriental de los continentes, donde se genera el riesgo por los vientos superiores a 120 Km/h y las lluvias torrenciales.
- En zonas continentales, cuando el aire próximo a la superficie es muy cálido y sobre éste hay una masa de aire frío puede desarrollarse una supercélula convectiva, con gran desarrollo vertical, pero local. Entre el calor de la zona y el producido por la evaporación, las gotas de lluvia se vuelven a evaporar y no llegan al suelo y, en algunas zonas de inestabilidad se genera una enorme descompresión que origina un fenómeno de succión, con un torbellino que asciende dando lugar a vientos de hasta 500 Km/h con gran capacidad destructora. En el Mediterráneo no llegan a alcanzar esta dimensión y aparecen como pequeñas mangas marinas, que absorben agua del mar, pero que suelen desaparecer cuando tocan tierra.
- En cuanto a las gotas frías, debéis comprender que estas suceden cuando, debido a las oscilaciones del chorro polar, en la tropopausa, se queda descolgada una gota de aire frío y bajas presiones en altura. Al mismo tiempo, sobre la superficie se genera una borrasca muy local sobre el Mediterráneo; el movimiento de los vientos los lleva en dirección a la costa levantina y, si esto se produce en otoño, cuando el mar todavía mantiene gran cantidad de calor y el continente está más frío, produce un rápido ascenso y enfriamiento, con la consiguiente condensación, desarrollo de cumulonimbos y precipitaciones torrenciales, de carácter local, pero muy intensas, que elevan el riesgo de inundaciones y son la causa de numerosas pérdidas.
- El gran problema del sureste peninsular son las sequías o periodos extraordinariamente largos de ausencia de precipitaciones. Estos periodos de sequía aumentan el efecto de la erosión. Con el cambio climático estos fenómenos son muy recurrentes y están propiciando el incremento del riesgo de desertización, con la consiguiente pérdida de suelos fértiles y de masa vegetal.
- Es importante comprender el concepto de desertificación como un fenómeno de desertización incrementado por la actividad humana y es importantísimo comprender cuáles son las acciones humanas que incrementan el riesgo de desertificación.
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