Wegener no supo explicar cuál era la causa del movimiento de los continentes y murió sin que su hipótesis fuese aceptada por la comunidad científica.
En la década de 1960 se estudiaron los fondos oceánicos, se descubrieron las dorsales oceánicas, surcadas por el rift y se supo que los fondos oceánicos son mucho más jóvenes que los continentes. Además, la edad de los fondos oceánicos no es la misma cerca o lejos de las dorsales oceánicas, sino que sigue un patrón definido.
A partir de estos datos, Harry Hess estableció la hipótesis de expansión de los océanos y, con ella, aportó el mecanismo que era capaz de mover los continentes: ¡los continentes se separaban porque entre ellos crecía un océano!
Te presentamos un mapa del fondo del océano Atlántico en el que se ha diferenciado la edad de las rocas mediante un código de colores.
Imprime cuatro veces el mapa, recorta después las imágenes por las zonas en que se separan los colores (rojo, amarillo, verde y azul), pega las dos partes del dibujo haciendo coincidir las zonas con el mismo color una junto a la otra, obteniendo así una imagen de cómo era el Atlántico que separaba los continentes en otras épocas. Pega las cuatro imágenes en un folio y obtendrás una secuencia del crecimiento del Atlántico.
A continuación explica qué dice la hipótesis de expansión de los océanos y cómo se relaciona con la deriva continental.